María del Sol Rumayor
Desde varios ángulos de acción, busca concientizar a la sociedad sobre la urgencia de implementar este nuevo modelo educativo al tiempo que empodera a los maestros.
Los retos que nos plantea el futuro se acercan a ritmo cada vez más acelerado. Las habilidades, conocimientos y modelos que nos funcionaron durante siglos se encuentran en riesgo de quedar obsoletos conforme la manera de interactuar, crear y producir se transforma por las nuevas tendencias y tecnologías. Una manera de hacer frente a la incertidumbre y volatilidad del futuro, se encuentra en el desarrollo de habilidades STEM, definidas como una base en común para el perfil laboral requerido en los próximos años.
A nivel mundial, la demanda por estas habilidades (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) ha ido en aumento constante los últimos años, por lo que es esencial incluirlas de manera transversal en los planes de estudio para las nuevas generaciones: en estas habilidades descansa el perfil laboral del futuro. En consecuencia, es urgente apoyar a los docentes de la actualidad a realizar su transición a este modelo de enseñanza transformador.
La tendencia mundial alrededor de estas habilidades la posicionan como pilares para el desarrollo sostenible y bienestar social dado que son un estilo de aprendizaje orientado a la resolución de problemas sin perder de vista el bienestar e inclusión social. Sin embargo, ¿cómo enseñar lo que se desconoce?